viernes, 3 de diciembre de 2010

Arranque remoto

Sólo quería contaros en qué estoy trabajando estos últimos días.
Me he metido con un sistema de arranque remoto, para montar el escenario siguiente:
  • Un servidor Windows 2008R2 con licencia para 15 usuarios con Terminal Server y configurado como controlador de dominio. 8GB de RAM. Pensado para cuatro clientes medios.
  • Los ordenadores clientes no tienen disco duro. Deben arrancar desde la tarjeta de red. No tienen sistema operativo instalado. Uso PXE, ese sistema que aparece en las BIOS para arranque desde red.
  • Servidor de arranque remoto. Cuando un ordenador cliente enciende, el servidor le da una IP le pasa una imagen de un linux mínimo, que arranca lo justo para conectarse como cliente a Terminal Server. Este linux será el sistema operativo real que corre en el equipo cliente. Se almacena en la RAM.
  • Los clientes arrancan ese mini linux, que apenas ocupa 9 megas, y muestran la pantalla de inicio de sesión de terminal server en el servidor windows 2008.
  • Cuando se inicia sesión, se trabaja en el windows del servidor. El hardware del cliente no importa, dando el mismo resultado que sea un pentium 100 o un i5. Todo el procesamiento se hace en el servidor 2008.
De esta forma, unos cuantos ordenadores que pueden ser muy antiguos (por ejemplo un aula con 15 ordenadores Pentium 2,  64 MB de RAM, sin disco duro) pueden arrancar un escritorio Windows 7, con aero incluído, y ejecutar cualquier programa.

La configuración requerida del servidor dependerá del uso que hacen los cliente. Para ofimática, internet y tareas de este tipo, bastará un procesador Core2Duo y 4GB de RAM. Es más importante la RAM que el procesador, ya que permitirá que los clientes notarán mucho más la agilidad que les proporciona.

Bueno, ahí estamos, a ver si lo termino.

    2 comentarios:

    1. esto me parece muy interesante¡¡¡¡ya que me recogio pentium 2 regalao pa hacer pruebas¡¡¡¡saludos y participar mas que si no se olvidan las cosillas¡¡¡¡

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    2. Illoooo! Me alegro de leerte. Por cierto, el otro día conocí a tu hermana, que se pasó por la tienda.

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